.

.

viernes, 14 de julio de 2017

Tebaida Berciana 10.1

Para algunas personas el trail sólo  es un deporte más, para otras sin embargo es mucho más que un deporte, y  ese pequeño matiz de carácter semántico
marca una enorme diferencia. Para mí que  me encuentro en esta segunda categoría, correr por montaña es una filosofía de vida, una manera de conocer lugares, visitar pueblos y relacionarme  con personas que quizás no conociese si no corriese por el monte. El defecto y la virtud que se halla en esta manera de  entender nuestro deporte, radica en que por lo general te involucras en exceso con aquello que haces, dejándote una pequeña parte de ti  en cada lugar que visitas y llevándote contigo para siempre una parte de cada uno de esos lugares.

Hoy  toca hablar de una de las carreras de montaña más emblemáticas del León. Un devastador incendio  redujo a cenizas una gran parte de este hermoso y singular paraje natural de la montaña berciana obligando a suspender la prueba a escasos días de su celebración. En otro lugar habría sido la defunción de la misma, recientes ejemplos por la misma causa  tenemos en León como la Tilenus Extreme o el Cross Alpino de la Peña del Tren, y posiblemente eso sería precisamente lo normal en otro lugar, pero es que quien conozca a los bercianos sabrá que no se trata de gente normal, las personas que habitan en esta comarca leonesa son por definición orgullosas, aguerridas, extremadamente apegadas a su tierra e irreductibles, y luchando contra viento y marea, decidieron sacar adelante esta edición. Mucha gente decidió arrimar el hombro y  apoyar cada uno en la medida de sus posibilidades, corredores, voluntarios, patrocinadores, organizadores, y gente conocida de este mundillo como Salva Calvo, Nary Ly, Roberto Garcia Ferreras  o Juanjo López de Traicyl entre otros. Quizás por eso para mi, aún no estando en unas condiciones optimas,  era tan importante poder estar hoy aquí aportando mi pequeño granito de arena en esta Tebaida Berciana tan especial, no en mi condición de corredor, ya que a estas alturas soy consciente de que corriendo tengo menos porvenir que Falete  en las final de  Ninja Warrior , sino como una suerte de cronista (o más bien contracronista) oficioso, y es que por alguna extraña razón que a día de hoy desconozco, la gente parece leer mis pequeñas epístolas, y escribiéndolas puedo contribuir a promocionar las bondades de aquellas carreras en las que participo.
Con Salva Calvo en Peñalba antes de la salida
Llegamos a Peñalba de Santiago, y antes de comenzar la prueba me encuentro con el primer y único contratiempo de la mañana. La organización nos ha pedido que corramos todos con la camiseta verde de la prueba y esa es mi intención, no obstante  me encuentro con una talla M de camiseta,  rápidamente tratan de encontrar solución pero no hay tallas XL y en una talla L, dado mi particular  tamaño y "tonelaje", me veo más apretado que las chicas de gimnasia rítmica, por lo que  finalmente opto por correr enfundado en mis rayas rojiblancas habituales.

Dan la salida y me coloco a cola de pelotón en previsión de que la carrera se me haga mucho más larga de lo que señalan sus 20 kms. Salimos corriendo por las calles empedradas de este singular pueblo para coger un camino descendente entre helechos que  nos hará descender por el interior de un tupido bosque de castaños y robles hasta alcanzar El Molino, punto más bajo de la prueba en el km 2,6 por donde paso con un tiempo de 18':51". 


Tramo inicial de la prueba en la bajada al Molino
En este punto cruzamos el río por un puente de madera y comenzamos la ascensión a La Mayadica por un sendero que asciende en zig zag por la cara opuesta del valle. Al paso por el km 4 abandonamos la protección del bosque y entramos en los dominios de un astro rey que hoy nos castiga con inusitada virulencia para la época del año en la que nos encontramos.  Momento para detenerse y  disfrutar con las preciosa vista del pueblo de Peñalba de Santiago que se vislumbra desde este balcón natural. Arranco de nuevo por el mismo sendero que ahora transita entre escobas y urces que por momentos alcanzan casi los 2 metros de altura hasta alcanzar la extensa pradería que nos lleva hasta la cumbre de este primer puerto de montaña de la jornada en el km 5,2 (52':44"). Allí donde se encuentra el punto de inflexión y cambiamos el valle de Peñalba por el de Montes, me detengo de nuevo y aprovecho para hacer unas fotos. 
Vista de  La Mayadica desde Peñalba de Santiago. Se cruza por la pradería que hay  a los pies de la cresta de piedra.
El Bisonte coronando La Mayadica con el pueblo de Santiago de Peñalba al fondo
Isa Galán y Carlos Pérez coronando La Mayadica apenas unos metros detrás mía.
Comenzamos  el descenso y nos encontramos un tramo de tierra y piedra suelta, que sin ser complicado, si obliga a mantener la concentración para evitar torceduras y caídas. Poco más de un  kilómetro de descenso cuando para mi sorpresa me encuentro con una bala verde ascendente que resulta ser ese portento físico zamorano que responde al nombre de  Santiago Mezquita.   Apenas llevo recorridos unos 6,5 kms de carrera... y él ya transita por encima del kilómetro 12. No contento con eso, con su porte esbelto, su figura delgada y afilada cual corredor africano,  sube corriendo a buen  ritmo la pendiente del 11%, mientras yo desciendo cansinamente a la velocidad a la que Alberto Chicote bajaría a la bodega de su restaurante a por una botella de vino tinto. ¡Mátame camión! Estamos para rodar "El Pelotari y La Fallera" en versión trail (y ya sabéis quién hará el papel de fallera ¿no?). Parece mentira que seamos animales de la misma especie, es más, si nos viera juntos incluso pondríamos en aprietos al mismísimo Charles Darwin a la hora de defender su Teoría de la Evolución.
Bajada camino de Montes de la Valdueza. Se aprecian las zonas calcinadas y el pueblo colgado de la montaña al fondo.
Continuo el descenso y  uno 300 metros más tarde me encuentro con el bañezano Guzmán González que en compañía de otro corredor persiguen la imposible misión de dar caza al Lobo de Aliste.  Cruzamos el riachuelo, abandonamos el sendero y entramos en un camino en mucho mejor estado y con menos pendiente que nos deberá  llevar hasta Montes de Valdueza, momento que aprovecho para incrementar el ritmo ante la posibilidad de quedarme fuera de carrera por cierre de control. Llegando a Montes  nos  desvían a la derecha al paso bajo un gigante y solitario castaño centenario y debemos realizar un bucle de aproximadamente 2 kms por los alrededores antes de entrar en este bonito pueblo. Entramos por una pista descendente y nos encontramos con un auténtico oasis   a las puertas del histórico monasterio medieval  de San Pedro de Montes. Finalmente alcanzo al primer avituallamiento de la jornada con un tiempo de  1h:32':59" (km 10,2), y además de bebida isotónica y variadas viandas, nos encontramos con música, cerveza de barril fría y jamón cortado en tiempo real por un cortador. ¡Increible! Estas cosas sólo pueden pasar en esta tierra, poco más y me quedo aquí a pasar la mañana  y que me vengan a buscar cuando acabe la carrera.  Parece que me encuentro en el fotocall de una premier de cine, con tiempo para hacer  fotos con compañeros leoneses como Carlos Pérez e Isa Galán y para saludar al bueno de Simon Allen, un clásico de las carreras de montaña con el que también coincidí en esta misma prueba 5 años atrás. 
Con el ilustre Simon Allen
Con Isa y Carlos en el avituallamiento de Montes de la Valdueza
Tras 5 minutos de parada y  realizando un esfuerzo titánico  arranco de nuevo con Isa Galán, en cuya agradable compañía discurrirán los siguientes dos kilómetros de la prueba. Una pequeña bajada para salir del pueblo  y cogemos la pista ascendente que nos llevará de vuelta a Peñalba de Santiago. Solamente se trata de deshacer el camino que acabamos de andar en la hora previa. Primero el camino es amplio, con buen firme y muy corrible y tras pasar la cascada se vuelve más empinado, y en el mismo punto donde me cruce con el Lobo de Aliste, me despido de Isabel y aprovecho para incrementar el ritmo porque me veo con buenas piernas.  Corono de nuevo La Mayadica por la cara opuesta de la montaña en 2h:17':14" (km 13,9) y comienzo el descenso por el mismo sendero por el que ya hemos ascendido esta cumbre en la mañana de hoy. Por delante 2 kilómetros de rápida y cómoda bajada hasta alcanzar el segundo y último  avituallamiento de la jornada en el km 15,8 (2h:33':53"). 
Segundo avituallamiento de la carrera (km 15,8)
De nuevo parada larga en boxes. El calor está siendo  muy intenso durante toda la jornada con temperaturas por encima de los 30ºC y necesito hidratarme y tomar magnesio para retrasar lo máximo posible  los inevitables calambres que ton total seguridad aparecerán. Tengo la sensación de que mi aparato digestivo es un colador, porque bebo, y bebo..y bebo y soy incapaz de acabar con esa insaciable sensación de sed osmótica. Por lo que veo no soy el único en sentirlo, ya que en este punto coincido con varios corredores que dan por acabada la prueba ante al dureza que ha supuesto competir bajo temperaturas tan elevadas. 


Vista del Sierro desde La Mayadica. Se asciende por el valle más cercano y se desciende por la cara opuesta del pico.
Me despido y afronto la ascensión final al Sierro que me han dicho que es bastante dura. Salimos cuesta arriba al amparo de grandes arboles centenarios, escuchando el piar de los pájaros y murmullo de las aguas de los riachuelos con aguas cristalinas que por aquí discurren. Un poco más adelante me encuentro a Salva Calvo ejerciendo labores de fotógrafo. Tendría que estar compitiendo pero una desgraciada caída en Valporquero en la semana previa le ha dejado en el dique seco con una muñeca fracturada, aún así le ha faltado tiempo para venir y apoyar a la carrera en todo lo que humanamente le ha resultado posible, lo que da sobrada cuenta de lo grande que es este caballero en el aspecto humano (del aspecto deportivo mejor no hablamos por falta de espacio para enumera su excelso curriculum). Abandonamos el camino tras atravesar de nuevo el río al paso por una preciosa cascada, sin lugar a dudas el punto más bonito de toda la carrera, y nos adentramos en un sendero más estrecho y pendiente, donde protegidos del sol en todo momento por la vegetación de la zona, sin ningún descansillo y con una pendiente media del 19% vamos ganado altura de manera constante.
Un corredor saltando al paso por la cascada (foto de Trailcyl)
El Bisonte del Carbayedo a ritmo procesionario al paso por el bonito paraje de la cascada  (foto de Trailcyl)
Sorprendentemente a estas alturas  voy bien de piernas y eso me permite ir superando corredores contra toda lógica, No obstante  el tramo final se me hace interminable porque ya voy notando el cansancio acumulado. Finalmente giramos a la izquierda y nos encontramos  con  un tramo llano de unos 300 metros que nos  conduce a alcanzar techo de la prueba a 1.501 metros de altitud. Estoy en el km 18,5 y mi reloj marca 3h:16:14. 

Inmediatamente comenzamos la bajada por un amplia senda perfectamente desbrozada entre monte bajo de escobas y piornos que en apenas 2 kilómetros nos debería conducir a la linea de meta. Es una bajada análoga al ascenso en cuanto a pendiente pero con ausencia de sombra que nos proteja del radiante sol. Abajo al fondo, pronto aparece la visión de Peñalba que ejerce como punto de referencia. Apenas comienzo a descender, el basto interno de mi pierna derecha comienza a crujir, y apenas un minuto después el mismo musculo de la pierna izquierda se agarrota igualmente, disminuyo el ritmo y bajo andando despacio con la inigualable ayuda de los bastones. Poco a poco voy perdiendo altura, hasta que por fin soy superado por  un corredor al que decido tratar de utilizar como improvisada liebre para mantener la motivación. Me supera sin dificultad puesto que baja corriendo, sin embargo dado que el sendero no es especialmente cómodo para correr rápido, consigo mantenerlo  a la vista a pesar de ir andando, finalmente acaba la bajada complicada y los últimos 500 metros de la prueba transitan por una verde pradería y un camino que nos lleva hasta las  empedradas calles de Peñalba, consiguiendo entrar en meta completando los 20,5 kma de la prueba y los 2230 metros de desnivel acumulado (1115 metros positivos y 1115 metros negativos) de la prueba en el puesto 94 (sobre 117 corredores en meta) con un tiempo de 3h:38:35,  a casi 2 horas  del ganador que fue Santiago Mezquita Fernández  con un estratosférico tiempo de 1h:49':43"


Y como siempre llega la hora de extraer conclusiones.


1.- El Bierzo (Bierzu o Bierciu en leonés) es una tierra especial y con una gran personalidad, cualquiera que la haya visitado lo podrá corroborar. Mucha gente desconoce que su nombre procede del término celtíbero Bergidum (siendo "Bhergh": alto, elevado) por lo que  podría traducirse por asentamientos en colinas o montañas. Sin embargo me gusta más el significado en lengua leonesa. Bierzu en leonés significa cuna, y eso es precisamente lo que parece el Bierzo visto cenitalmente, una gran cuna compuesta por un inmenso y redondeado valle  que hace las funciones de lecho y escarpadas montañas que lo rodean por sus cuatro costados dándole protección cual barrotes de protección. Al igual que en una cuna se custodia la pertenencia más valiosa de una familia, esta tierra y muy especialmente el valle el Valle del Silencio y la Tebaida Berciana, guarda la esencia espiritual de esta tierra desde el comienzo de la reconquista, siendo imposible hablar de León sin hacer referencia a este pequeño enclave de su territorio (por algo el símbolo del Bierzo es precisamente  la Cruz de Peñalba, regalo del rey leonés Ramiro II en el siglo IX a los monjes que habitaban esta tierra) y por eso debe ser igualmente protegida de todos esos desalmados que utilizan el fuego como herramienta para la obtención de beneficio propio, sean ganaderos, madereros, especuladores inmobiliriarios o simplemente pirómanos. Espero poder ver crecer ese simbólico carbayu (roble en español)  que los organizadores plantaron al comienzo de la prueba y confío en que sus raíces se fijen firmemente a esta tierra con la misma fuerza que sus pobladores lo han hecho de manera ininterrumpida durante los últimos dos milenios.


2.- A título personal esta temporada no esta saliendo como había planificado, pero prefiero quedarme con la parte positiva, al menos estoy de nuevo compitiendo y eso en el fondo es lo único importante a nivel deportivo.


3.- Mis últimas palabras quedan reservadas para una persona muy especial que recientemente ha iniciado su viaje, un hombre de la montaña leonesa, de allí donde nace los ríos Boeza y Vallegordo, al igual que las aguas de estos dos ríos riegan y hacen fértiles las tierras por donde pasan,  tú has regado con tu nobleza y tu sabiduría la vida de las personas que te han conocido. Dicen que 

todos comenzamos a morir el mismo día que nacemos y vivimos mientras quede gente que mantenga nuestro recuerdo, así que estimo que te quedan al menos dos generaciones de vida. Espero que pronto llegues al destino que los dioses reservan para aquellas personas que han pasado por la vida obrando correctamente. Muchas gracias por cruzarte en nuestro camino.

Próxima parada del Bisonte World Tour 2017: Babia Sherpa Tour


Nos vemos en la montaña


Perfil de la Tebaida  Berciana 10.1