A las 8 de la mañana dan la
salida de la maratón y a las 9 salimos
los de la prueba de 26 kms. Una vuelta al pueblo inicial, un tramo llano por el
sendero que une los pueblos de Ciñera y La Vid donde es posible correr muy
rápido, y tras pasar por un túnel bajo
la nacional que une León y Asturias (km 2,5 - 12´:30”), comenzamos la ascensión
a Peña Colorada. Es la primera montaña que asciendo en toda la temporada y se
me agarra a las piernas como una losa.
Paso de correr muy cómodo y bastante rápido en el tramo inicial, a sentirme pesado
y rígido como el ancla de un petrolero, y eso que he bajado unos 8 kgs de peso
desde la temporada pasada, no obstante pienso que es sólo parte del proceso de adaptación
a la montaña y que poco a poco iré sintiéndome mejor. Subimos sin descanso hasta alcanzar la cresta
del monte, una pequeña bajada de apenas unos 150 metros, y afrontamos entre
peñas el tramo final hasta coronar Peña
Colorada (km 4,75 - 48’50”).
Comenzamos un descenso muy rápido, primero por prados, luego por senda
y finalmente por un tramo más técnico. Los tramos corribles bajo relativamente bien, sin embargo en los tramos que
presentan una mínima dificultad técnica
voy con mucho miedo. En diciembre me caí en un descenso disputando la Carrera de Matallana de Torío y parece que
el miedo a caer de nuevo ha anidado con fuerza en mi mente, lo que hace que
baje con una torpeza y lentitud infinita, y como consecuencia poco a poco me
van adelantando corredores que me pasan como tiros, mientras yo desciendo a
velocidad de marmota. Llegamos abajo, un
tramo llano de unos 600 metros por pista y alcanzamos el primer avituallamiento
de la jornada (km 8,4 – 1h:20’:43”). El
tiempo de paso es muy bueno, pero las sensaciones no acaban de ser positivas. Bajar
con tanta inseguridad me genera mucha tensión y el desgaste muscular es mayor
de lo normal, por lo que me siento muy agarrotado de piernas, y lo peor es que
la bajada de este primer pico es la más sencilla de toda la jornada.
Enciendo mi MP3, pienso que iré cogiendo más soltura y confianza en
las bajadas a medida que avance la prueba, y con ánimos renovados afronto la
ascensión al Cueto San Mateo. Un primer tramo ascendente por sendero entre bosques,
un tramo llano de un kilómetro por pistas, antes de enfrentarme al tramo final más pendiente y
complicado que entre peñas nos lleva hasta cumbre. Sin contratiempo alcanzo la
cumbre del Cueto San Mateo que se
presenta semioculta entre la niebla y las nubes bajas. Me encuentro en el techo
de la carrera (km 12,7 – 2h:10´:18”), y antes de iniciar el descenso decido
tomarme un descanso de unos 3 de minutos guardando los bastones, ingiriendo una
pastilla de magnesio para evitar los calambres, y contemplando las preciosas
vistas que siempre nos regala esta cumbre, incluso en días grises en los que
existe visibilidad reducida.
![]() |
Tramo intermedio de bajada del Cuetu San Mateo - Fuente: Leonoticias |
![]() |
Subida al Picu Cuchillar |
Comenzamos la tercera ascensión de la jornada, la más corta y sencilla
de toda la prueba, sin embargo al poco de comenzar a subir comienzo a sufrir fuertes
calambres en los cuádriceps y eso que todavía voy por el km 16. Suelo sufrir
problemas de calambres habitualmente, pero esta vez han aparecido demasiado
pronto en el tiempo y demasiado lejos de meta, lo que representa un
contratiempo muy serio. Comienzo a maldecir en arameo, hebreo, latín e incluso
en élfico, pero no queda otra que seguir avanzando. Como quiera que sea que la
subida es sencilla, con bajar el ritmo y acortar la zancada voy librando hasta
llegar arriba.
Coronamos el Cuchillar (km 17,2 – 3h:07´:04”), cruzamos la escombrera, y por un estrecho sendero entre escobas iniciamos el rápido descenso. Aquí me debo detener en varias ocasiones y ponerme a estirar. Empiezo a tener menos futuro que la amistad entre Valentino Rossi y Marc Márquez, afortunadamente la bajada está en buen estado y no resbala tanto como en ediciones previas, lo que me facilita el trabajo.
Llegamos abajo, enlazamos con un nuevo tramo llano por pista donde voy
tan ofuscado que a punto estoy de saltarme el tercer avituallamiento de la
jornada (km 18,6 – 3h:21´:24”). Nos
adentramos en el Faedo y
afrontamos la dura ascensión por el interior del bosque de hayas centenarias
que dan nombre a este emblemático bosque. Cada poco debo detenerme a estirar, aun así voy ganando altura, supero
la escombrera que se encuentra a media ascensión, un último
tramo de ascensión entre peñas antes de afrontar
los últimos metros hasta cumbre que se deben hacer literalmente escalando.
![]() |
Tramo final de "escalada" al Picu Los Casetones![]() |
Toco la cumbre de Los Casetones
(km 20,2 – 3h:54´:36”), un breve cresteo, y en completa soledad inicio un descenso que combina tramos técnicos con
tramos de cómodos senderos por praderías donde es posible correr muy rápido. Yo
continúo mi particular calvario personal, incapaz de correr, hasta el punto de
que me tengo que detener de nuevo al cruzar un río, y aprovecho para meter a
remojo mis maltrechos cuádriceps. A estas alturas ya no existen soluciones
mágicas, pero las frías aguas de este arroyo supongo que ayudan a soldar
temporalmente las múltiples microroturas a nivel fibrilar y mitigan por un
corto espacio de tiempo mis molestias musculares.
Entramos de nuevo en el Faedo,
y para mi sorpresa este año no atravesamos la senda de tarima que serpentea por el
interior de este centenario bosque, sino que avanzamos por un estrecho
sendero que discurre por la ladera opuesta del estrecho valle.
![]() |
Alfredo Álvarez y Pablo Ródriguez entrando en el Faedo de Ciñera |
Y toca afrontar la quinta y última
ascensión de la jornada. Afortunadamente en esta ocasión llevo suficiente
margen como para no tener que preocuparme por el cierre de control, pero voy
tan tocado en lo físico, y tan quemado a nivel psicológico, que tengo la
sensación de estar escalando un ochomil.
Primer tramo de subida por piedra
suelta, un ligero descansillo a media subida donde está ubicado el último
avituallamiento de la jornada y finalmente un último tramo de nuevo entre peñas
que nos conduce a la cumbre de La Sardonal
(km 23,3 - 4h:56´:48”).
![]() |
Cresteo final por la cumbre de La Sardonal con los pueblos de Ciñera y La Vid al fondo del valle |
Por delante queda un cresteo técnico y la bajada final camino de meta.
Y aquí es donde la frustración alcanza niveles extremos, veo impotente como uno
detrás de otro me van superando infinidad de corredores de la prueba corta, corredores
de la prueba larga (46 kms), una familia
completa de orugas procesionarias,3 tortugas laud, una excursión de afectados
por silicosis con la bombona de oxígeno a la espalda, La Santa Hermandad del Cristo
de los 7 clavos posesionando con los pasos de Semana Santa al hombro, e incluso
la Banda de Gaitas ciudad de Oviedo al completo tocando la danza del Oso
mientras desfilan vestidos con el traje regional. Y es que el cresteo se me hace más largo que una carrera de caballitos de mar en el hipódromo de la Zarzuela , pero acaba y
comienza el descenso final, y es todavía más duro porque aquí los cuádriceps sí
que van ya al límite.
Mientras desciendo caminando observado impotente con me siguen
adelantando corredores, hasta que me sobrepasa el mismísimo espíritu del
malogrado Sthepen Hawkins en su silla de ruedas, y con su característica voz
electrónica me dice: “He dedicado toda mi vida a estudiar los agujeros negros a
nivel teórico, y resulta que tenía uno real delante de mis narices, Bisonte ¿Dónde
has estado toda mi vida? eres un auténtico agujero negro, eres capaz de hacer
desaparecer cantidades ingentes de energía y materia cuando corres por montaña.
¡Anda artista, agarrate a la silla que te llevo hasta meta!”.
A ver si acaba pronto esta odisea que nada tiene de épica y mucho de
absurda. Llego a las primeras casas de Ciñera, aproximadamente unos 700-800 metros
llanos me separan de meta. Sigo andando sin la menor intención de correr, sin
embargo la agradable conversación con otro corredor que me alcanza me aporta
ánimos renovados, y más por orgullo que por fuerzas, completo corriendo los
últimos 400 metros para entrar en meta con la sensación de estar más devaluado
como corredor que un título universitario de la Universidad pública Rey Juan
Carlos.
Por primera vez en muchos años no miro el reloj en meta. El tiempo límite no es un problema y doy por
sentado que habré tardado unas 6 horas. Al día siguiente, ya en frío, compruebo que en completar los 26 kilómetros con 4.400 metros de desnivel acumulado
(2200 positivos y 2200 negativos) he tardado 5h:35’:45” a 2h:27´:33” del
ganador que fue Guillermo Sánchez Ledo,
ocupando el puesto 56 sobre 100
corredores en meta.
¡Qué gran paradoja! Acabo de acabar mi quinta Biosfera Trail, una
carrera que me encanta y donde siempre me han tratado muy, muy bien, acabo de
conseguir probablemente el mejor tiempo de mis 5 participaciones, y me voy con
una sensación de desilusión, decepción personal y fracaso deportivo
tremenda. Lo cierto es que la montaña
siempre imparte justicia, aquí no hay arbitrajes polémicos, ni decisiones
extrañas, sencillamente la montaña te pone en el lugar que te corresponde. Yo
había llegado extremadamente confiado, ya tan crecido que pensaba que iba a ser capaz de mear medio litro de
colonia de marca por cada litro de agua que fuese capaz de ingerir en cada
avituallamiento, y aun siendo capaz de llegar
a meta, hoy la Biosfera me ha derrotado. ¿Cuánto vale esta meta? NADA.
El sufrimiento siempre debe ser un personaje secundario en cualquier prueba de
resistencia, pero si se convierte en protagonista principal de la obra, el
deporte popular pierde todo su sentido. Tiempo habrá de analizar lo sucedido,
de modificar entrenamientos, y espero que de volver con renovadas fuerzas.
Próxima parada del Bisonte World
Tour 2018: TRANSFRONTERIZA
Hola Rubén , se ha hecho esperar esta crónica de la Biosfera 2018 , pero ha merecido la pena . Has sabido trasmitir tus sentimientos al lector y que sea este el encargado de comprender tu carrera .
ResponderEliminarEs increíble como relatas cada tramo de carrera , como lo afrontas los tramos técnicos , como buscas comparaciones para hacer divertida la lectura . Imposible darte consejos para que encuentres luz en tu camino entre las sombras . Un MARCHADOR que necesitó de la hora extra y de 5 minutos más para cumplir su objetivo no debe dar consejos....salvo que por muy complicado que parezca , por lo menos hay que hacerlo , no perfecto , pero hacerlo .
Me acuerdo de mi primera Biosfera a tu lado , haciéndome de guía , viendo la ilusión que llevabas . Yo creo que simplemente la chispa está fundida , no es muy importante , la mía lleva fundida desde Septiembre del 2015 y sigo trotando ...
Busca nuevas carreras y disfruta de aquellas que te ilusionen . Al final , no voy a Nembra peo nos vemos comprando toallas en Portugal .
Un abrazo .... prefiero no leer lo que he escrito , la idea es fácil de entender , corre a tu ritmo y piensa menos , y creo que he dado muchos rodeos para expresarlo . GRACIAS POR EXISTIR EN LAS CARRERAS DE / POR MONTAÑA , las haces más amenas
Paquillo, muchas gracias por tus palabras y tus sabias reflexiones. La crónica lleva escrita más de un mes, pero he estado esperando por su publicación en Trailcyl antes de poder colgarla en este medio, y esa es la razón de la tardanza.
EliminarPuede que se me haya agotado la chispa como bien dices, puede que físicamente haya tocado techo después de muchos años corriendo con una mala planificación, puede que este año que he entrenado mucho más duro de lo habitual haya equivocado completamente el calendario, o sencillamente puede que tenga que empezar a buscar otro tipo de carreras que se adpaten más a una tipología impropia de un corredor de montaña. Lo cierto es que la decepción fue muy grande porque las expectativas con las que llegaba eran muy elevadas, y cuando eso sucede el golpe suele ser mayor, especialmente si te sucede en una prueba a la que tienes especial cariño. Me queda un último cartucho guardado para La Batallona, allí intentaré correr lo más rápido que pueda, luego afrontaré por fin el tan ansiado y temido reto de Nembra, y luego me tomaré un tiempo para reflexionar. Si no lo hago awsí corro el serio riesgo de acabar renegando de las carreras por montaña, y no me gustaría llegar a ese punto.
Nos vemos en Trasnfronteriza compañero, donde espero que podamos compartir unos cuantos kms.
Un saludo