Para empezar la anécdota del día, y que sirve para ilustrar lo sumamente despistado que puede llegar a ser un ser humano.
Para no tener que madrugar el día de la competición, mi compañero de fatigas Joaquin "Cañi" fue a buscar los dorsales el día antes de la prueba, y hasta aquí todo normal. El problema comienza cuando el mismo día de la prueba, recojo a Cañi y nos vamos a correr tan contentos, sin percatarnos ninguno de los dos de que se había dejado el dorsal en casa, y como consecuencia de lo anterior, acabé compitiendo en situación "irregular". En fin, menos mal que queda únicamente en anécdota, ya que gracias al chip amarillo esta todo controlado, y la organización no me dijo nada por la ausencia de dorsal.
Lo preocupante es que en mi continuo proceso de transformación en marmota, y en el tiempo récord de un año, ya he ido a competir sin reloj (La Robla), sin chip (10 km de León) y ahora sin dorsal. A este paso algún día iré a competir sin calzado deportivo.

Entramos en la prueba propiamente dicha aunque no tiene gran historia. La salida amplia y muy cómoda. El ritmo de los 2 primeros km es de 3,59 min/km. Al pasar por la granja me adelantan dos jóvenes promesas de la cantera del Maratón Benavides, que aprovechan para saludarme, presentarse y me animan a seguirles, pero llevan un ritmo demasiado alto para mi, y les dejo marchar.
Me noto muy pesado de piernas , pero aún así y aunque bajo ligeramente el ritmo, hasta el kilómetro 4 todavía albergo la esperanza de poder completar la prueba en 40 minutos, sin embargo el quinto kilómetro, ya lo hago en 4.10" y paso por por el ecuador de la prueba en 20:22". A partir de este momento ya soy consciente de que no conseguiré el objetivo y automáticamente bajo los brazos De piernas sigo yendo muy pesado, pero el problema fundamental es que la cabeza hoy no esta por la labor de competir, y sin ordenador de a bordo el rendimiento inevitablemente se resiente. Hasta pasar por la catedral (km 7,8) el circuito es un falso llano ascendente, sin embargo el tramo final y especialmente el último kilómetro es favorable para mis condiciones porque pica para abajo , no obstante apenas soy capaz de elevar el ritmo y acabo la prueba con un pobre registro de 4:05" en el kilómetro final.

Al final puesto 65 de la clasificación general (sobre 697 corredores en meta), con un tiempo de 41:14", a 8 minutos y 26 segundos del ganador Miguel Angel Rabanal, que gano la prueba con un tiempo de 32:48"
Una vez finalizada la prueba llega el equivalente al "tercer tiempo" en rugby. Tiempo para departir e intercambiar opiniones con los compañeros de fatigas, y en este caso, con Luis Angel del Recreo Industrial, con Rubén Suarez Tascón, con el que todavía no había coincidido en ninguna prueba este año, con mi compañero de aventuras en montaña Cesar "Rasta" que hoy descansaba, con Talo que me entrega la nueva camiseta del equipo, y por último tiempo para felicitar a Mario Fernandez Rego y Juan Carlos Carrillo que la última semana se habían subido al podium en las carreras disputadas en Laguna de Negrillos y Sahagun de Campos respectivamente.
Para concluir comentar que la carrera no ha sido buena para mi y no hay que buscar justificaciones. Analizando la semana anterior a la prueba, cabe la posibilidad de que la pesadez de piernas se debiera a la acumulación de entrenamiento, ya que estoy acostumbrado a a entrenar 1 o 2 días semanales y esta semana pude entrenar 4 días, pero la escasa implicación mental en la carrera es lo que me deja un poco más "mosqueado". En cualquier caso, aplazamos el objetivo de bajar de 40 minutos en un 10.000 para fechas posteriores y empezamos a pensar en la Media Maratón del Dulce en Benavides de Orbigo.
Desde aquí aprovecho para felicitar a Alejandro Vaquera y al resto de sus colaboradores y voluntarios por la excelente organización de la prueba y espero veros a todos en la Media Maratón del Dulce, próxima prueba de la copa diputación y que seguro que es un éxito de organización como en ediciones anteriores.
Lo has hecho muy bien Ochobre. En Benavides nos vemos. Un saludo
ResponderEliminarEl cuerpo no es una maquina perfecta y no siempre se puede estar al máximo nivel, no obstante todavía me quedan muchos kilómetros que recorrer y muchas suelas de zapatilla que gastar, antes de replantearme acabar una de las múltiples pruebas de larga distancia, de esas que tu compites casi sin despeinarte.
ResponderEliminarMuchas gracias por el comentario Ángel y bienvenido a mi blog.
Un saludo y nos vemos corriendo en Benavides