Sencillamente ESPECTACULAR. No se me ocurre, ningún otro calificativo que pueda describir esta prueba de una manera más clara.
Por múltiples razones, esta carrera es la mejor prueba deportiva en la que haya participado en toda mi vida, y no me cansaré de recomendarla a todo aquel que me quiera escuchar.
Aquí os detallo algunas razones por las que la prueba, a mi modesto entender, merece dicho calificativo:
* Una organización PERFECTA, que cuida todos los detalles y que tenía completamente balizados los 30 km de carrera, en un recorrido completamente nevado en sus 27 primeros kilómetros.
* Los vecinos de Santa Cruz del Sil y de Páramo del Sil, que se vuelcan con la carrera y que consiguen que los participantes nos sintamos como en casa en todo momento.
* Un grupo de voluntarios estupendos, que no solo hacen bien su trabajo en unas condiciones infernales, sino que además animan y apoyan a todos y cada uno de los participantes en los múltiples avituallamientos de la prueba.
* Un recorrido precioso, combinando tramos técnicos, con otros más rápidos, pero siempre inmerso en un paisaje y un entorno idílico.
* Por último, hasta el "Nuberu" o "Renubeiru" como lo llaman por estas tierras, que se sumo a la fiesta, aportando unas condiciones metereológicas extremadamente adversas, con temperaturas por debajo de 0ºC la prueba, niebla y un hermoso manto nevado, que hicieron de esta prueba algo digno de recordar.
Pero comencemos con la crónica, que me temo que será larga, porque tengo muchas sensaciones que expresar y muchas cosas que contar, ya que en 30 km te da tiempo a correr, a disfrutar, a sufrir y a pensar en muchísimas cosas.
Tras una noche en la que los nervios no me dejaron descansar todo lo que me habría gustado, llega la hora de organizar la expedición y los cuatro mosqueteros con licencia de montaña del Cumbres de León : Javi "Yeti", Joaquín "Cañi" ,el nuevo fichaje Cesar "Rasta" y el que escribe , arrancamos camino de Santa Cruz del Sil a eso de las 6:25 de la mañana.
Antes de llegar a Astorga, comenzamos a ver los primeros copos de nieve y con ellos empiezan las cábalas sobre que condiciones metereológicas nos encontraremos en la prueba. A las 8:10 de la mañana más o menos llegamos a Santa Cruz y nos dirigimos al "prau" que hace las veces de aparcamiento. Nos lo encontramos completamente nevado y empezamos a ser conscientes de que la prueba amenaza con ser realmente dura.
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"Prau" que hace las veces de aparcamiento a las 8.20 de la mañana
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Recogemos el dorsal, intercambiamos impresiones con otros compañeros de prueba (hay que ver como nos gusta la vida social) y nos enfrentamos al primer dilema de la competición, en forma de elección de la equipación a usar durante la prueba.
Teniendo en cuenta que las condiciones son completamente distintas a 600 y 1600 metros de altitud y que la prueba va a ser larga en tiempo y distancia, acertar con la ropa (ni mucha, ni poca) es clave para un buen rendimiento en carrera.
En mi caso y tras mucho dudar, finalmente decido prescindir del cortavientos, y me pongo 2 camisetas térmicas, la "sagrada" camiseta del Maratón Benavides (la de "donde esta Wally", que te hace visible a 500 metros en cualquier carrera de montaña), pantalón corto, medias de compresión, guantes...y a correr.
Tras solventar el problema, nos dirigimos a la línea de salida, con apenas 10 minutos de margen sobre el horario de salida. Llegamos allí y nos encontramos con los otros 396 valientes que nos acompañaran en la gesta. Uno a uno vamos pasando el control de dorsales y nos van metiendo en el "cercau", en una ceremonia parecida al encierro de caballos previo a la "Rapa das Bestas".
Nervios de última hora, frío y un miembro de la organización que nos dice que en alto de la Campona hay 15 centímetros de nieve....¡¡¡ufff!!! esto pinta bien, mejor imposible, cuando más duro mejor.
.... y comienza la cuenta atrás: 10,9,8.... sientes como te hierve la sangre : 4,3,2,1 ...SALIDA. Llevo desde diciembre escuchando hablar al Yeti de las bondades de esta carrera y tengo ganas de comprobar si todo lo que me ha contado es cierto..
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Los 400 osados aventureros en la salida de la prueba
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Salimos sin calentar (como de costumbre), al fin y al cabo tenemos 30 km por delante para coger ritmo, y para empezar nos encontramos con la primera cuesta, que es bastante dura.
Miro a mi alrededor y no veo a nadie conocido, me doy cuenta de que he salido demasiado adelante (sobre el puesto 150), así que aproximadamente a los 200 metros bajo el ritmo por inercia y comienzo a caminar.
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el "Bisonte del Carbayedo" con su inconfundible camiseta de Wally en la primera rampa de la prueba
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A 400 metros de la salida, salimos del pueblo y empezamos la primera ascensión de la prueba por pistas de tierra. Trato de encontrar alguna referencia valida y la primera que tomo es el paso por el primer km, que hago en 10 minutos y 30 segundos. El ritmo es muy bajo, pero le tengo muchísimo respeto a la prueba y prefiero pecar por defecto que por exceso.
El paisaje que nos rodea es digno de una postal navideña.
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Ascensión al primero de los 3 picos de la prueba
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Como subo andando y no excesivamente rápido, por mi lado empiezan a desfilar uno tras otro un montón de corredores que me van adelantando sin excesiva dificultad
Veo pasar a Cesar "Rasta", detrás a Balbino, a Arienza...un poco más tarde el Yeti y finalmente el bueno de "Cañi". Trás ellos un rosario de corredores y corredoras de todas las edades y condición física.
El motor me pide subir más deprisa, las piernas están llenas de energía, sin embargo el ordenador de a bordo va con el limitador de velocidad encendido y solo me permite subir andando, con el fin de mantener un ritmo cómodo, que todavía quedan unos 29 km y esto va a ser muy duro.
Poco a poco nos acercamos a lo alto del primero de los 3 picos del día. Como he subido andando más del 95% de esta ascensión, a penas me he desgastado nada muscularmente (que es con diferencia lo que más miedo me da). A unos 50 metros de la cima, miró para atrás y veo que voy en una posición muy retrasada (probablemente sobre el puesto 350 de 400 participantes), pero lo importante es que estamos a punto de superar la primera dificultad y las fuerzas siguen intactas.
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Llegando a la cima de la primera ascensión de la prueba (km 3 aproximadamente)
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En el km 3 más o menos, tras superar unos 400 metros de desnivel positivo y a unos 1400 metros de altitud, se corona el primer pico, y en mi caso lo consigo en un tiempo de 30'15'' aprox. (se me ha parado el reloj en la primera subida por tener zarpas en lugar de manos y desde este momento las referencias temporales seran siempre aproximadas)....y sin solución de continuidad, empieza la bajada.
Entramos en el terreno del "Bisonte del Carbayedo". Beneficiándome de las leyes más elementales de la física, amplío zancada, y dejo que la gravedad haga el resto (a mayor peso, mayor aceleración). Me lanzo en la bajada y me encuentro con que hay oberbooking en la zona central de la pista, por lo que opto por buscar las zonas laterales del sendero por donde no circulan corredores.. Aunque asumes el riesgo de pisar sobre una piedra oculta o un bache no visible, lo cierto es que al estar la nieve virgen, tienes mucha más tracción que por el sendero ya pisado, así que bajo bastante más deprisa que el resto de mis compañeros, y poco a poco adelanto corredores y recupero posiciones, Arienza, Cañi. ... y llegamos al primer avituallamiento.
Desde aquí, abandonamos la pista y bajamos por un cortafuegos, en una bajada que se vuelve mucho más técnica, por causa de la nieve y el barro (en caso contrario no presentaría ninguna dificultad)
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Cortafuegos en la parte final de la bajada del primer pico
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Después de una bajada sin contratiempos en la que adelanto a muchos corredores, entre ellos al maestro
Yeti, llegamos a las calles de Páramo del Sil, donde nos encontramos con multitud de gente animando a los corredores. y llegamos al avituallamiento sólido del km 9 que casualmente esta a las puertas de la sucursal de
Caja España, lo que me hace pensar si el año que viene por estas fechas tendré la suerte de seguir por las tierras del viejo reino de León, o si por el contrario tendré que hacer las maletas y empezar casi de cero en cualquier otro lugar (probablemente y por desgracia, esto mismo piensa hoy en día media España).
Salimos del pueblo y comenzamos la segunda subida, que tras 6 kilómetros de ascensión nos llevará a la Campona. En la primera hora y gracias a una bajada bastante rápida he conseguido recorrer unos 9,1 km .
Al comienzo de la subida decido enchufarme al MP3 para desconectar y hacer más llevadero el esfuerzo. Escuchar música, seguramente indignará a los puristas de las carreras por montaña., pero a mi me funciona. Al kilómetro de subida más o menos tropiezo con una rama tirada en el suelo y caigo de bruces, sin ningún contratiempo. No deja de ser sintomático, que baje como un loco sin contratiempos y me vaya a pegar la leche subiendo y en un tramo sin ninguna dificultad, pero a diferencía de las carreras por carretera, aquí se debe ir pendiente del suelo en todo momento, para evitar sustos innecesarios.
Acelero un poco el ritmo y alcanzo la cola de un grupo de unos 6 o7 corredores, comandados por
Luis Pablo Castellanos y donde transitan
Cañi y
Yeti. A los 2 km de subida más o menos Cañi me da un gel de absorción rápida (de esos que usan él y el Yeti y que no tengo tan claro que si te para la guardia civil en un control de estupefacientes no des positivo), pero lo cierto es que me sienta bien.
Continuamos la subida por un sendero que atraviesa un precioso bosque de robles y hayas completamente cubierto de nieve. La subida es larga, pero no es ni muy pendiente, ni muy técnica.
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Ascensión a la Campona en grupo, con Luis Pablo castellanos en primer término, Yeti y Cañi y yo detrás.
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A unos 1500 metros de la cima me quedo solo y llega el que para mi ha sido uno de los mejores momentos de la prueba. Tras pararme a eliminar el exceso de líquido de mi organismo, me descuelgo del grupo y me quedo completamente solo (Cañi que tambien ha parado, transita unos 100 metros por detras mía).
De repente me encuentro subiendo en solitario en un entorno totalmente nevado y con la niebla bajando y cubriendolo todo, en un paisaje más propio de los montes de Noruega, que del Bierzo. Escuchando la canción "Woman in chains" de "tears for fears" en el MP3, y en un entorno como el descrito, uno se reconcilía con la naturaleza y con la vida en general, dejas de pensar en nada y te limitas a disfrutar de lo que haces, casi podría decir, que por unos instantes te sientes parte de la montaña, te limitas a avanzar, sin preosuparte de ninguna otra cosa. Es un momento mágico y una sensación dificilmente explicable con palabras.
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Corredor entre la niebla, llegando al alto de La Campona
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Continuo ascendiendo en compañía de Cañi, que me acaba de alcanzar, con 30-40 cm de nieve bajo nuestros pies, y de repente, en mitad de la nada, divisamos a lo lejos y entre la niebla un inmenso arco de Interspor, que indica el paso por el Alto de la Campona. Es otra imagen preciosa que se te queda clavada en la retina. Es un paisaje más propio de la trilogía del señor de los anillos, que de una prueba atlética
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Visión del arco que señala el alto de la Campona, con una baliza de señalización roja en primer término |
Uno a uno pasamos por debajo del arco y seguimos por el llano hasta llegar a una pequeña cabaña que como por arte de magia tambien emerge de la nada entre la niebla.
Es momento de hacer números. Mi tiempo oficial de paso es
2horas, 08 minutos y 9 segundos para 16 km de carrera (pasando en el puesto 244 de la general). A estas alturas no se si seré capaz de bajar de las 4 horas, que era el objetivo que me había planteado en la salida.
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Corredores pasando por debajo del arco de la Campona a 1620 metros de altitud. |
Al entrar en la cabaña, nos encontramos con un corredor calentándose en la chimenea (para él la carrera se había acabado por problemas en los pies), otro compañero está estirando contra una pared, y un tercero se está cambiando de calcetines y equipación, algo ciertamente surrealista teniendo en cuenta que estamos a más de 1600 metros de altura...... pero estos son los pequeños detalles que hacen de esta prueba algo especial.
Como un trocín de tortilla que me sabe a gloria, bebo abundantemente y me preparo para la segunda bajada. He superado la mitad de la prueba y me encuentro muy entero físicamente y muy bien muscularmente, lo que me da un plus de confianza adicional.
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Bajada del segundo pico, con Nicolas de las Heras en primer término
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Me lanzo para bajo como un loco (una vez más entramos en territorio del Bisonte) y a los 2 km de bajada me encuentro con
Yeti, le animo a seguirme, pero él opta por bajar más tranquilo.
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Corredores entrando en el tramo de bosque de la segunda bajada, camino de Primout
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Poco a poco avanzo, consiguiendo adelantar no sin dificultad a 3 o 4 corredores y entramos en la que para mi es una de las zonas más complejas del recorrido. En un sendero angosto y resbaladizo, con zonas con mucho barro, debemos atravesar un bosque con ramas a no más de 1,40 o 1,50 metros de altura sobre el nivel del suelo, por lo que teniendo en cuenta que mido 1.92, me obliga a pasar casi en cuclillas.
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Corredores superando el tramo de bosque camino de Primout
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Alcanzo un grupeto de 6 corredores y decido no arriesgar más y tirar detrás de ellos hasta llegar al precioso pueblo abandonado de
Primout.
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Vista de Primout, desde el sendero de bajada
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Accedemos al pueblo por una cancilla abierta y tras callejear entre casas llegamos al avituallamiento. En este punto, solo me falta sacar los cubiertos y el mantel y sentarme a comer sentado con los organizadores. Plátano, naranja, chocolate, y otros alimentos sólidos .... me pongo literalmente morado y adicionalmente bebo más de medio litro de bebida isotónica (por miedo a acabar con pájara la prueba).
Todavía quedan unos 10 km a meta, y por lo que me han contado son los más complicados de la prueba, con un tramo que se pasa por dentro del rio (en realidad es un sendero adyacente al río que suele estar anegado por la crecida del mismo) y para acabar, la tercera y terrorífica subida de la prueba.
Saludo al Yeti que acaba de llegar al avituallamiento y arranco ya por el terreno de falso llano descendente, camino de la Braña de Santa Cruz.
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Vista del recorrido en el tramo de falso llano descendente (km 18) |
Comenzamos un tramo donde las fuerzas son básicas, Sin embargo, el primer km tras el avituallamiento no me siento cómodo, creo que me he pasado comiendo, y no voy nada fácil. Me acoplo a un pequeño grupo de 5 corredores que va unos 25 metros por delante. Poco a poco recupero sensaciones y elevo de nuevo el ritmo en la medida de mis posibilidades. Sigo yendo bien de fuerzas y las piernas, aunque ya castigadas, siguen sin protestar.
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Tramo de recorrido situado entre Primout y La Braña de Santa Cruz
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Finalmente entramos en el sendero paralelo al río, con zonas en las que te hundes en agua y barro por encima de los tobillos y con un firme extremadamente irregular y resbaladizo, hay que ir con mucho cuidado a la hora de pisar, pero el entorno es tan espectacular que disfruto como un enano. Llegamos al penúltimo avituallamiento y toca cruzar corriendo el río. Llevo 2horas 40 minutos de prueba y acabo de pasar el km 22, en ese momento soy totalmente consciente de que salvo catástrofe de última hora, seré capaz de bajar de 4 horas (80 minutos para 8 km es un ritmo de 6km/hora), totalmente asumible incluso aunque hiciese todo lo que me queda de recorrido andando.
Al cruzar el río el agua esta muy fría, pero a estas alturas, ya ni te inmutas.
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Panorámica del sendero que discurre paralelo al rio, donde se aprecian las zonas anegadas y el suelo irregular
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y comenzamos la tercera y última subida (la que más miedo me da) con unos 23 km ya acumulados en las piernas. Comienzo la subida andando, pero a buen ritmo, sin embargo cuando no llevo ni 500 metros de subida me paro a apretar los cordones y me comienzan a dar pinchazos en los bíceps femorales y aparece la amenaza de calambre en los gemelos ...¡¡¡ ya la hemos fastidiado¡¡¡
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El ganador Marco de Gasperi en la ascensión al Collado (tercera ascensión)
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Esto era lo que más miedo me daba de toda la carrera, porque ya lo había vivido antes en carrera de montaña de la Peña del Tren, solo que en aquella ocasión acabe tirado en un corfuegaos con los gemelos subidos hasta casi la rodilla.
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Afortunadamente y como la experiencia es un grado, decido acompasar el ritmo y subir andando a un ritmo mucho bajo y tratando de impulsar de gemelo lo menos posible.
La sensación que se tiene en este caso , supongo que se puede asimilar a la de un piloto que se queda sin neumáticos en mitad de un gran premio. Tienes que avanzar pero con cuidado, mimando extremadamente las piernas, porque si se te suben los gemelos , la carrera habrá acabado para tí.
En el MP3 suena "Crazy" de "Seal", otra paradoja del destino, no se me ocurre un tema más apropiado a estas alturas.
Finalmente corono el alto de La collada (km 25 de la prueba) y llego al ultimo avituallamiento del día, pero en vez de parar a beber, me paro a estirar. Alli esta Cesar "Rasta" al que no había visto desde el km 1 de la prueba. Nos saludamos y me lanzo para abajo por un sendero estrecho y resbaladizo, que desciende por un bosque de robles y hayas, y que desemboca en otro sendero menos pendiente y menos técnico. Finalmente las piernas empiezan a darme muchísima guerra, ya estoy muy, muy cascao, así que apago la musica, me concentro en el esfuerzo y me preparo para sufrir.
Llevo 27 km disfrutando y ahora llega la la hora de la épica, pero a 3 km de meta no me puedo quedar tirado.
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último tramo de bajada ya sin nieve, camino de Santa Cruz
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Con las piernas estiradas y procurando doblar lo menos posibles las rodillas para no forzar bíceps femorales, ni gemelos, desciendo por un sendero de nieve y a falta de un kilómetro y medio para meta , me encuentro a Balbino de la Iglesia. Como experimentado corredor de montaña que es, y como buen conocedor de la prueba, me anima y me canta el kilómetro final, avisándome de los repechos (especialmente el durisimo muro final en la entrada del pueblo). Incluso se para y me espera, para llegar juntos a meta. Balbino, desde aquí, te expreso mi gratitud por tu ayuda compañero.
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Corriendo con Balbino y con David a la entrada de Santa Cruz.
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Finalmente alcanzo la meta en un tiempo de 3 horas: 43 minutos y 32 segundos, finalizando en el puesto 204 de la general (sobre 400 participantes). He entrado a 1 hora 23 minutos y 30 segundos del ganador Marco de Gasperi (campeón italiano del km vertical), pero he conseguido bajar de 4 horas y la satisfacción por lo logrado es inmensa. He conseguido adelantar a 40 corredores desde la Campona a meta, así que, solo puedo estar satisfecho con lo realizado, a pesar del titánico desgaste final.
Detrás mía y con escaso margen de tiempo entran por este orden: Cesar "Rasta", Cañi , Francisco Javier Chico Badeso (el otro titán del Club Maratón Benavides, que prefirió el Alto Sil, antes que la media de León) y el maestro Yeti.
Al final salieron 30,5 km y con un desnivel acumulado de 3100 metros (1550 positivos y 1550 negativos), consiguiendo un ritmo de 8,15 km/hora.
Para acabar, la organización nos bajá a ducharnos a las instalaciones del grupo minero Santa Cruz. Para un asturiano, que le tiene un especial cariño a todo lo que tiene que ver con la mina y los mineros, por lo que han supuesto para la historia y la economía de mi tierra, y que ademas toma orgulloso su pseudonimo "Ochobre 34" en memoria de aquellos que dieron su vida, defendiendo nuestros derechos en la revolución minera del año 1934, poder disfrutar de estas instalaciones ahora que la mina, por desgracia enfila sus últimos estertores de vida, es un auténtico honor. Así que es otra de las cosas que se me han quedado grabadas.
Finalmente para cerrar un día maravilloso, una paella entre amigos, acompañada de chorizos a la sidra y un buen vino del Bierzo.
Jornada inolvidable. El próximo año la organización quiere que la prueba entre a formar parte de la copa del mundo y en esas condiciones, evidentemente no tendré nivel para disputarla, pero en cualquier otro caso, aquí estaremos, porque ya estoy contando los días que faltan para la próxima edición.
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Perfil de la Carrera de montaña Alto Sil 2012
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