La mayor parte de las carreras que disputamos pasan por nuestra vida sin pena ni gloria y entran en la curva del olvido nada más cruzar la linea de meta, sin embargo hay un porcentaje mínimo de las mismas que se graban a fuego en el alma y permanecen en la memoria para siempre, en mi caso el Alto Sil entra en esta última categoría.
El Alto Sil del año 2012 me marco de tal manera que decidí que lo que me gustaba no era correr por carretera sino por montaña. Correr por un paisaje completamente nevado y más propio de otras latitudes me llevo a pensar que pasarían muchos años años antes de volver a disfrutar tanto de una prueba de montaña, sin embargo cuan equivocado estaba, apenas 365 días después se superó lo anterior y ha vuelto a ser en el mismo lugar.
Sin lugar a dudas esta ha sido la carrera más dura que haya disputado en mi vida, la carrera en la que de largo más he sufrido y en la que más cerca he estado de tener que abandonar, y no obstante es la prueba de la que más orgulloso me siento y probablemente el mayor éxito de mi vida deportiva. Intentar expresar con palabras todo lo acontecido en las casi 6 horas que duro la prueba para mi es misión imposible, tratar de transmitir tantas sensaciones: el esfuerzo, el sufrimiento, la soledad y tantas otras cosas es muy complicado y probablemente solo sea capaz de entenderme (al menos en parte) algún otro loco de las carreras que haya pasado por algo similar. Para mitigar mis carencias literarias trataré de colgar muchas más fotos que de costumbre para que aquellos que se han tomado la molestia de leer este blog se hagan una idea de lo que fue la prueba.
Y sin más dilación comenzamos el relato. Este año, mis habituales compañeros de batalla: Cañi y Yeti decidieron hacer noche en Toreno, por lo que a priori me tocaba viajar solo y dado que me daba muchísima pereza ir (y sobre todo volver), traté de encontrar compañeros de viaje. Finalmente tuve la suerte de compartir expedición con Cesar "Rasta", Sergio Natal y Alex. Santos, muy buena gente que hicieron el viaje y la comida muchísimo más amena. Vaya desde aquí mi agradecimiento. A las 6 de la mañana salimos de León y a las 7,30 ya estábamos en destino con margen suficiente para desayunar en la carpa de la organización, saludar a múltiples amigos y conocidos y prepararnos con tiempo para la disputa de la prueba. Las condiciones meteorológicas eran bastante mejores de lo esperado, lo que facilito la elección del material a llevar en competición y a las 8.45 cruzamos el control de chips y nos metimos en el cercado de salida.
En mi caso el planing de carrera era muy sencillo. Tras 6 meses prácticamente parado y con apenas 65 km de entrenamiento (el 80% andando) en las piernas, la única aspiración racional era llegar a meta, y para ello lo básico era gastar las menos posible hasta el pie del último pico, librando los controles de paso de Paramo y Primout y llegado a este punto rezar para que los habituales problemas musculares que suelo padecer no me impidiesen llegar a meta.
A las 9 de la mañana y tras la protocolaría cuenta atrás, se dio la salida y como estaba previsto salgo en antepenúltima posición, aunque a los 100 metros ya voy emparejado con el corredor escoba, el cual resulto ser protagonista involuntario en mi carrera, como se demostrará más tarde.
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Salida de la prueba en Santa Cruz del Sil |
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Km inicial de la prueba ya en compañía de mi "amigo" el corredor escoba |
Ya en carrera realizo el primer kilómetro en 11'28", un ritmo que sin ser excesivamente alto tampoco es un ritmo de paseo, no en vano este kilómetro discurre íntegramente cuesta arriba y sin embargo solo me sirve para adelantar a una corredora y es que al estar las fuerzas completamente intactas la gente sale en estampida como salen los toros de toriles. Continuo subiendo a mi ritmo procurando no desgastarme en exceso, pasando el segundo km en 12':30", y ya en el kilómetro dos y medio pisamos por primera vez nieve (y eso que no estaba prevista hasta el km 13), y sin mayor contratiempo en el km 3 corono el primer alto del día La Chañada en 36':24". Casi no he gastado energías, así que hasta aquí vamos según el guión previsto.
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Último kilómetro de subida a La Chañada |
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Coronando el primer el primer pico La Chañada con unas vistas espectaculares al fondo
Y comenzamos la bajada por un cortafuegos que tenía miga y que muchos corredores tuvieron que bajar con el culo a tierra. A media bajada me encuentro con la impresionante visión de "El Muro" de frente y no puedo más que detenerme para hacer fotos. Y es que la visión de un cortafuegos casi vertical por donde se ve ascender en fila de a uno a una multitud de corredores que simulan una serpiente multicolor impresiona y asusta a partes iguales. Al poco rato me cogen los 4 corredores que cierran carrera y el corredor escoba y arranco con ellos.
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Bajando de La Chañada con "el Muro" al fondo |
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Vista de "el Muro" desde la ladera frontal |
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Pablo Villa coronando "el Muro" con el cortafuegos de bajada en la ladera de en frente |
En grupo bajamos el cortafuegos con precaución, saltamos un arroyo y ascendemos el impresionante cortafuegos, que no es muy largo en longitud (apenas unos 400-500 metros) pero si tiene una pendiente muy respetable (unos 200 metros de desnivel positivo). Corono "El Muro" y me encuentro con el primer control de paso de la prueba. En el reloj 1h:06'15". Bien de tiempo, aunque me noto cansado de piernas. A pesar de no haber corrido desde la salida, el esfuerzo en este último tramo ha sido considerable y los músculos de las piernas me empiezan a pesar. Tengo algo menos de 40 minutos .para llegar a tiempo al control de paso Páramo. Me despido del corredor escoba, al que sinceramente espero no volver a ver más en toda la prueba y me tiro para abajo por un tramo de los mas sencillos de toda la carrera, pero para mi sorpresa empiezo a notar pequeñas molestias en la parte lateral externa de la rodilla derecha y eso que no recuerdo haber realizado ninguna mala pisada en la bajada. Procuro no darle mayor importancia y continuo el descenso ya completamente en solitario llegando a Páramo del Sil en 1:36:15 (con unos 13 minutos de margen sobre el cierre de control).
En Páramo aprovecho para alimentarme adecuadamente y sin dilación arranco camino de La Campona.
Por detrás apenas llevo unos 8-10 corredores y por delante tras adelantar a otros 2 corredores a la salida del pueblo me quedo completamente solo (y así haré el 95% del recorrido que me queda hasta meta).
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Tramo intermedio de subida a La Campona |
El primer tramo de subida es un falso llano ascendente que serpentea por un sendero que remonta el valle hasta cruzar un descampado y entrar en un bosque de escobas que es donde empieza la subida propiamente dicha. Entrando en dicho bosque y producto de mi falta de concentración, me salto una baliza y me pierdo. Afortunadamente constato relativamente pronto el error y solo pierdo unos 300-400 metros y unos 3 minutos de tiempo (nada importante en principio), retomo el camino y en seguida nos encontramos con la nieve (aprox, a 1200 metros de altitud según mi GPS). Aunque la ascensión en si misma no es excesivamente complicada, la acumulación de nieve se hace cada vez más notoria y la subida me empieza a pasar factura. Llevo 2h.30' y apenas estoy a media subida de La Campona. Me detengo y me tomo un gel, automáticamente noto la mejoría y sin darme cuenta incremento mi ritmo de ascensión. Seguimos subiendo hasta el tercer punto de control que paso en 2h;43:04". Me dicen los organizadores que faltan 3km hasta la cima de La Campona y unos 4 de bajada hasta Primout.
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A 2 km de la cima de La Campona |
Por primera vez en la prueba empiezo a dudar si llegaré a tiempo al segundo control de paso con tiempo limitado, y es que no tener nadie a la vista ni por delante ni por detrás y el hecho de ir muscularmente tocado hace que la cabeza te de muchas vueltas, aún así hay que tirar para adelante. A medida que asciendo la nieve acumulada se incrementa.
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Km final de subida a La Campona |
Circulo por un estrecho sendero abierto con las huellas de paso, pero precisamente el paso previo de 380 corredores han convertido el sendero en hielo y cuesta avanzar porque las zapatillas resbalan, ademas los bastones se clavan demasiado en la nieve y debo hacer fuerza para sacarlos de nuevo. Finalmente consigo coronar La Campona a 1620 metros de altitud en 3h:15.06' .y me encuentro con un amplio sendero abierto por un vehículo pero a los lados hay probablemente metro y medio de nieve. Aún sabiendo que voy muy justo de tiempo (apenas tengo 30 minutos para llegar a Primout) me detengo para inmortalizar el momento, y es que en el fondo estos son los paisajes que se gravan en para siempre en el recuerdo.
Alto de La Campona a 1620 metros de altitud aprox,
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Alto de La Campona con metro y medio de nieve a los lados |
Arranco de nuevo hasta el km 18, probablemente el tramo más bonito de toda la prueba, atravesar un bosque de pinos completamente nevado, con tanta nieve acumulada en las ramas y las copas de los arboles que de vez en cuando las ramas colapsan por su propio peso soltando nieve, es sencillamente indescriptible, uno tiene la sensación de estar corriendo por los bosques de Finlandia o Canada.
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km 18 de la prueba, mi tramo favorito |
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Atravesando el bosque antes de bajar a Primout |
Sin tiempo que perder me lanzo para abajo camino de Primout. En la bajada resbalo constantemente y voy sin ninguna confianza (que diferencia con el año anterior que baje como un autentico bisonte, adelantando a no menos de 20 corredores en este tramo). No cojo ritmo en ningún momento, los cuadriceps hace tiempo que van agarrotados y amenazan constantemente con colapsar y las molestias de la rodilla derecha van a peor.
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Bajando Camino de Primout
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a 500 metros de la entrada en Primout, el sendero se convierte en un auténtico río |
Las dudas crecen pero hay que seguir como sea, estoy convencido que en Primout se verán las cosas de otra manera, pero lamentablemente el tiempo vuela.....3h.35' (apenas 10 minutos para el cierre de control) y sigo sin ver el pueblo. Intuyo que no esta muy lejos pero no soy capaz de verlo y los minutos siguen cayendo como losas 36, 37, 38...40 y finalmente por fin veo el pueblo al fondo, un último esfuerzo, un kilómetro a tope y cruzo la portilla que da entrada al pueblo. ¡¡¡¡ uff!!! por los pelos, pero este hito esta conseguido.
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portilla que marca la entrada en Primout |
En el control de paso 3h,43':15" (después de casi 20 km de esfuerzo apenas me ha sobrado 1 minuto para quedar descalificado). Para mi desgracia ya no queda absolutamente nada de alimento sólido en el avituallamiento, y lamento no poder ingerir al menos un par de plátanos para que el potasio me ayude con mis maltrechos músculos pero es lo que hay y al menos consigo Reflex para "engañar" a la rodilla derecha y a los cuadriceps que a estas alturas van dando bastante guerra.
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Vista desde el camino de entrada del precioso pueblo abandonado de Primout |
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sendero de salida de Primout, ya paralelo al río del mismo nombre |
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Camino de La Braña de Santa Cruz |
He conseguido librar mi primer Match Ball, pero todavía queda muchísimo partido y sin ningún margen de tiempo arranco a correr camino de La Braña de Santa Cruz por un tramo que recuerdo relativamente cómodo del año anterior. No obstante pronto constato mi enésimo error de calculo del día. Después de haber pasado unos 375 corredores previamente por el mismo lugar, el sendero es un autentico patatal con el barro por encima de los tobillos. La mente me transporta a los duros crosses invernales de mi infancia en las tierras del norte, donde solíamos correr con el barro hasta 10 cm por encima del tobillo y en ocasiones se te quedaba una zapatilla de clavos trabada en el barro y debías meter la mano para recuperarla con el consiguiente riesgo de que algún otro corredor te pisase la mano y se corría con afilados clavos de 12 milímetros, pero en este caso ni las zapatillas son de clavos, ni el tramo de barrizal es corto por lo que el desgaste es brutal.
Intento salir de la trazada de vez en cuando pero la capa de nieve sin ser desproporcionada si tendrá unos 15-20 centímetros y al pisar sobre la nieve, te entierras igualmente y el esfuerzo muscular es considerable. Cada 500 metros me detengo a estirar porque los cuadriceps van muy justos. Afortunadamente en este tramo llano y probablemente gracias al reflex la rodilla no me molesta absolutamente nada, sin embargo saltando uno de los múltiples riachuelos que debemos cruzar, fuerzo demasiado y al caer se me suben los cuadriceps y me tengo que detener instantáneamente. Estirando ya no consigo nada y quedan unos 8 o 9 km (incluyendo la presumiblemente dura ultima subida), A grandes males grandes soluciones, o mejor dicho soluciones desesperadas Recuerdo que en alguna ocasión leí (supongo que sin ninguna base científica sólida) que los calambres se pueden arreglar pinchando el musculo para deshacer el nudo, así que sin pensarlo demasiado (si lo hubiese meditado quizás no me hubiese atrevido) me quito un imperdible del dorsal y le doy varias pinchazos a ambos cudriceps, y milagrosamente consigo que el musculo se relaje (espero no verme en la tesitura de tener que volver a repetir tan osada operación y no se lo recomiendo a nadie).
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Atravesando el río |
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Cesar "Rasta" cruzando un arroyo |
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Tramo final de bajada tras pasar La Braña de Santa Cruz y cruzar el rio |
Aprovecho para echar agua fría sobre las piernas y una vez más hay que mirar hacia adelante. A partir de aquí al pasar por cada riachuelo que cruzábamos o cada vez que me metía en el río aprovechaba para echar abundante agua fría sobre los cuadriceps y de esta poco científica manera fui librando hasta llegar a La Cabaña de Santa Cruz, cruzamos transversalmente el río (que no llevaba mucha agua, pero si bajaba con bastante fuerza), un kilómetro mas de bajada y casi a traición nos encontramos con la última subida, la otra gran sorpresa que nos tenía preparada Lolo Diez en el día de hoy.
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Comenzando a cruzar el río en La Braña de Santa Cruz |
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Primer tramo de subida al Pico Negro |
Tiramos para arriba como buenamente se puede pero a los 300 metros de subida y tras más de cuatro horas y medio de esfuerzo me noto físicamente vacío. Me detengo, rebusco en la mochila tratando de encontrar algo que llevarme a la boca y finalmente encuentro un segundo gel que me tomo inmediatamente. Un respiro de medio minuto y aprovechando que me pasan un par de corredores me subo al tren. Poco a poco nos agrupamos unos 6 o 7 corredores que ascendemos con paso lento y cansino . Es curioso lo relativo que es todo en la vida, no nos separa más de medio metro, apenas una pisada, pero parece un autentico mundo porque cada zancada supone un gran esfuerzo cuando vas tan cansado, agachas la cabeza, te concentras en tu propio esfuerzo y procuras no parar en ningún momento para no perder el ritmo (como eché de menos mi MP3 en esta ascensión).
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Tramo intermedio de subida al Pico Negro |
Poco a poco va apareciendo la nieve y la dificultad se incrementa. ¡¡¡¡¡madre mia!!! parecemos una procesión de animas, un reguero de caminantes que avanzan con paso cansino, en fila india y sin intercambiar palabras, tanto que damos la sensación de ser una expedición que asciende un 8000 en el Himalaya y no un pico de apenas 1550 metros. Un poco más arriba la sensación térmica baja rápidamente porque empieza a soplar algo de ventisca y me detengo de nuevo para abrigarme. Apenas 45 segundos para coger una bocanada de aire y de nuevo a la batalla.
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Tramo final de subida al Pico Negro |
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Otra instantánea desde la cumbre del Pico Negro |
Finalmente consigo coronar el Pico Negro. En la cumbre un paisaje precioso, otra postal para el recuerdo. Me detengo para hacer unas fotos y en ese momento me alcanza Jose Luis Garcia, un veterano corredor que me reconoce por el blog y se detiene para intercambiar unas palabras conmigo. Después de hacer casi toda la prueba en solitario se agradece la conversación.. Me cuenta que venía con un compañero debutante en estas lides pero que les cogió el corredor escoba y su amigo se vio forzado a abandonar, él como tenía sobradas fuerzas tiro para adelante y doy fe de que estaba fuerte, porque en cuanto arranco a correr me paso como un autentico avión.
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En la cima del Pico Negro |
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Jose Luis Garcia en la cima del Pico Negro |
Bueno, aparentemente a estas alturas la peor parte ya esta hecha, pero recuerdo que el año pasado cuando peor lo pase fue en los 3 kilómetros finales, De nuevo bajada por sendero helado y muy resbaladizo. Los cuadriceps duelen pero aguantan, sin embargo la rodilla es otra cosa. Cada zancada me da un pinchazo en la parte exterior externa y de nuevo me entran las dudas de si seré capaz de acabar la prueba. Aprieto los dientes y para adelante.hasta llegar al último avituallamiento y control de paso de La Collada en 5h:26':15.
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Primer tramo de bajada camino de La Collada |
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Ionut Zinca Llegando a la Collada |
En ausencia de compañía y cuando las fuerzas y los músculos flaquean, solo el corazón y la cabeza te mantienen a flote. Me animo a mi mismo ¡¡¡Ya casi esta Bisonte, ya lo tienes, solo te quedan 3-4 km de nada!!!, El primer tramo de bajada es técnico y muy resbaladizo, probablemente producto del castigo acumulado, y del cansancio muscular y físico, me pego 3 buenas culadas. y al final decido bajar agarrándome a los arboles que encuentro y como buenamente puedo alcanzo la pista que me lleva a Santa Cruz, tan solo quedan unos 3 km y voy completamente fundido, pero ahora si que ya lo difícil esta hecho y aunque sea arrastrando la pierna, llego a meta seguro.
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Bajando de La Collada |
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Tramo técnico de bajada de La Collada |
Pero como esta visto que hoy nada puede ser fácil, por detrás me alcanza corriendo un corredor que resulta ser Gaizca Broullon, es decir, el corredor escoba, y como su propio nombre indica es el corredor que cierra la prueba (todos los demás corredores ha sido descalificados por tiempo o han abandonado). Al cogerme le digo que no tendrá valor a echarme de la carrera después de lo que llevo pasado y tras más de 5 horas y 40 minutos de esfuerzo, y me dice que si me hubiera cogido un km antes estaba fuera de carrera, pero que como ya hemos pasado el último puesto de control puedo estar tranquilo que no me descalifica, aún así me comenta que cierran el control en 6 horas y que ve prácticamente imposible que pueda llegar a tiempo, aunque también me dice que tendré el merito de ser el último corredor valido en meta, puesto que detrás de él ya están todos descalificados o han abandonado. Sacando ese extraño orgullo propio de la raza (que tantas alegrías y tantos disgustos no ha dado a los astures a lo largo de la historia) , le digo que por mis cojones que llego en 6 horas, que nunca se duda de un asturiano y arranco a correr sacando fuerzas de la más absoluta nada (enésima tontería porque llegados a este punto que más da hacer 5h,59' que 6h.10'), pero como un loco acelero el ritmo por debajo de 5.30 min/km y hasta me permito el lujo de adelantar a 3 corredores en el ultimo km.
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a · 3 km de Santa Cruz del Sil |
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Último tramo de bajada llegando a Santa Cruz del Sil |
Finalmente entro en meta en el puesto 354 de la general (sobre 358 corredores en meta y 400 inscritos en la prueba) en un tiempo de 5h.57'.23¨, a 2h:54':41¨del ganador Ionut Zinca. Estoy tan sumamente fundido que tardo unos minutos en poder reaccionar. Ha sido sin lugar a dudas la carrera más dura de mi vida, pero si alguien me preguntase ¿Mereció la pena tanto esfuerzo? La respuesta sería SI, para mi ha sido un autentico refuerzo moral, he tocado mis limites físicos y la cabeza me ha mantenido a flote cuando las piernas dejaron de responder. Como dice el Demonión de Nembra " El éxito radica en el esfuerzo, no en el resultado. Un esfuerzo total siempre será una victoria completa".......pues esta es mi mayor victoria, no obstante, también es hora de hacer autocrítica y de sacar conclusiones. No me puedo permitir que los árboles me impidan ver el bosque. No tenía la base física necesaria para haber afrontado esta prueba y por consiguiente no tenía que haber participado en ella. Nunca en mi vida me he retirado NUNCA, pero esta vez he estado demasiado cerca de hacerlo, porque he tentado la suerte y he jugado con mis limites físicos y eso no se puede tomar por rutina. He aprendido mucho de esta experiencia, me he conocido mejor como corredor y me he demostrado (y esto es valido para todo el mundo) que cuando piensas que ya no se puede, si crees en ti mismo y tienes confianza en tus posibilidades se sacan fuerzas de donde no hay.
Para acabar quiero destacar la participación de mis amigos y compañeros de expedición: Yeti, Cañi, Cesar Rasta, Sergio Natal, Alex Santos y Roberto Dieguez, todos en meta y con muy buenos tiempos. Enhorabuena a todos campeones, os habéis portado como auténticos leones.
Y no quiero acabar la crónica sin rendirles un último y sentido homenaje a los 29 valientes que se vieron obligados a abandonar en esta prueba. Solo por haber tomado parte en esta batalla para mi ya sois unos auténticos colosos, y el hecho de no haber llegado a cruzar la linea de meta no os quita ni un ápice de mérito. Hoy ha cambiado mi percepción de las carreras y desde este momento apreciaré mucho más el esfuerzo callado y discreto de aquellos que sin grandes facultades para el deporte, ni condiciones físicas destacables tienen el arrojo y el coraje de enfrentarse a si mismos y a sus limitaciones. Para mi vosotros sois los auténticos protagonistas de este último reducto de deporte en estado puro que son las carreras de montaña.
En 365 días volveremos a vernos en Santa Cruz del Sil.
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En meta con Gaizca Broullon , el corredor escoba |