Cada carrera de montaña es una experiencia nueva, y en nuestro caso casi una aventura, así que esta ocasión no podía ser diferente.
El domingo, la expedición del "cumbres de León" compuesta por los 4 "locos de la montaña" de siempre: Yeti, Cañi, Cesar "Rasta" y el que escribe, salió de León con tiempo suficiente para llegar, recoger el dorsal y hasta calentar (cosa que no hacemos casi nunca), pero como andamos con la "caraja a cuestas" , nos equivocamos de ruta en el último cruce y en lugar de tirar en dirección a Peñalba de Santiago, tiramos en dirección a Villanueva de la Valdueza, y menos mal que después de recorrer unos diez kilometros por una carretera en muy mal estado y llegando al alto de un collado que probablemente marcaría el cambio de valle, nos dimos cuenta del error y dimos la vuelta. En ese momento y para recuperar el tiempo perdido, Javi nos deleito con unos tramos de rally, propios del Carlos Sainz de sus mejores tiempos, que a Rasta casi le hacen perder el estomago.
Precioso pueblo de Peñalba de Santiago, Salida y meta de la Tebaida |
Finalmente llegamos a Peñalba a las 9:20 más o menos, pero como llegamos tarde, tuvimos que aparcar donde buenamente se pudo, a unos 200-250 metros del pueblo por una pista de tierra camino del monte. Bajamos a buscar el dorsal sin cambiarnos y como había una cola tremenda, no nos lo dieron hasta unos minutos antes de las 10:00 (hora de salida de la prueba). Subimos a toda leche a cambiarnos al coche, a ponernos el dorsal, las zapatillas de montaña, el chip, etc...y cuando estabamos acabando de componernos, se escucha a lo lejos..."se dará la la salida en un minuto", Yeti, que es perro viejo ya estaba en la salida, pero quedabamos en el coche los otros 3 juveniles del equipo. Rasta y Cañi se quedan un segundo atrás y yo me lanzo cuesta abajo todo lo rápido que me dan las piernas, llegando a la salida con el tiempo justo para cruzar la linea de salida y buscar ubicación donde encuentro un hueco disponible. Cañi y Rasta ya llegan con la carrera comenzada, por lo que salen literalmente los últimos.
Vista desde Peñalba de la parte alta del recorrido (se coronaba por el paso situado debajo de la cornisa caliza) |
Y comienza la carrera. Calculo que saldría sobre el puesto 75 más o menos. Dado que los últimos kilómetros de la prueba son cuesta arriba, que soy muy mal escalador, y que acostumbro a tener problemas musculares siempre que sobrepaso el km 15, decido tomarme el tramo inicial con mucha calma, al menos hasta coronar el collado, para luego ir viendo como evoluciona la prueba, sin embargo nada más salir del pueblo la carrera marca descenso, y sin darme cuenta la propia dinámica de la prueba me incita a acelerar el ritmo.
Bajada inicial de Peñalba, camino del paraje conocido como el "Molino" |
El primer tramo de bajada es precioso, se superan varios riachuelos, algunos sobre puentes de madera y otros saltando sobre piedras, libramos un tronco atravesado en la senda y finalmente llegamos al paraje conocido como el Molino, donde finalmente comenzamos la ascensión fuerte de la jornada, que transcurre por un sendero donde hay que ir en fila de a uno.
Primer kilómetro de subida al picu |
Aunque quieras bajar el ritmo, al ir por un sinuoso y estrecho sendero en fila de a uno, la propia inercia de la carrera te hace seguir a corredor de delante, y no bajas el ritmo todo lo quizás fuese oportuno, no obstante y como de costumbre si modero mi velocidad y me superan entre 15 y 20 corredores, entre los que reconozco a Roberto de "interval" y Bernardo del "León Corre".
Tramo intermedio de subida, por un sendero entre escobas. Con la cresta caliza de referencia al fondo |
Vista panorámica del tramo final de subida con los picos nevados al fondo |
Tras un tramo intermedio de subida entre escobas floridas, enfilamos el último tramo de la subida, que no es ni excesivamente pendiente, ni tiene ninguna dificultad reseñable, no sin antes dejar a una nuestra izquierda una preciosa estampa de la montaña, con el precioso pueblo de Peñalba colgando de la ladera opuesta del valle.
último tramo de subida antes de coronar, con Peñalba al Fondo |
Finalmente corono el Collado en 38 minutos y 10 segundos, y a partir de aquí entramos en mi terreno predilecto. El primer tramo de bajada, sin ser excesivamente técnico, si tiene piedra suelta y es resbaladizo en algunos puntos. Si subes mal los puertos, el problema que se te plantea es que tienes delante a muchos corredores, a los que los tienes que superar bajando, pero si el sendero es estrecho, la sensación que tienes es similar a la que se plantea en formula 1 cuando un coche rápido tiene que adelantar a un coche más lento y no puede pasar porque no encuentra huecos disponibles. En un par de ocasiones intento adelantar apartándome de la senda, pero me llevo un par de sustos y me limito a bajar al ritmo que se se puede hasta que encuentro zonas más favorables, que vengo a disfrutar y no a romperme una pata por imprudente.
Tramo inicial de bajada, antes de llegar al pueblo de Montes |
El primer avituallamiento (km 8) esta situado en el pueblo de Montes de la Valdueza. Me detengo y con calma me hidrato y me alimento antes de continuar la bajada ya por una pista más cómoda , y tras unos 3 kilómetros adicionales de descenso llegamos al único tramo realmente técnico de la prueba, unos 500-600 metros por monte muy pendiente, sin sendero y entre escobas, al final llegamos al punto más bajo de la carrera, cruzamos un arco y comenzamos la subida final.
En ese momento me encuentro con un corredor, que me dice que me recuerda del Alto Sil y que me hizo una foto en la prueba. Yo no me doy cuenta, pero el reafirma que me conoce por la camiseta. Como ya he comentado en ocasiones anteriores, el uniforme del Benavides es como un faro en la montaña. Sus palabras me hacen replantearme la responsabilidad que representa llevar esta camiseta, porque al no pasar inadvertido, cualquier cosa positiva que haga redundará en la buena imagen del club y viceversa. Dicho corredor es un Ingles afincado en Ponferrada que se llama Simon Allen, y que resulto ser un tio majisimo y con el que compartí los siguientes 7 km de prueba.
Llegamos la segundo y último avituallamiento en el pueblo de Manzanedo, y como de costumbre me avituallo incluso en exceso. En este caso y por miedo a los temidos calambres, me pongo morado a comer platanos (por eso del potasio). Cualquiera que me viera en el avituallamiento podría pensar 2 cosas: o bien que no me dan de comer en casa o bien que alguien ha dejado suelto por los montes del Bierzo un gorila de montaña de esos que estudiaba Dian Fossey, con una camiseta de rallas blancas y rojas.
A la salida del pueblo, hago lo que nunca suelo hacer, y es pararme por un minuto a estirar gemelos, en previsión de padecer problemas musculares en el tramo final.
Comienza la subida, que resulta no ser tan dura como esperaba, no obstante es una sucesión de repechos y falsos llanos con alguna bajada, que te impide coger ritmo y desgasta mucho. Pasamos por una zona de bosque quemado, y me pongo de mala leche, pensando lo triste que resulta que un desalmado con un mechero y una garrafa de gasolina pueda prender fuego a bosques autóctonos centenarios, que seguramente tardaran 80 o 100 años en regenerarse y que no tenga apenas consecuencias de carácter penal. Viva la cultura del fuego en este país En fin, hay que ver la cantidad de cosas que le pasan a uno por la cabeza en estas carreras.
Subida final, atravesando la zona de monte quemado. |
A unos 2 kilómetros de meta, abandonamos las sendas y acedemos a la empinada carretera que lleva al pueblo de Peñalba, en ese momento coincido con un corredor gallego con el que subo hablando y me comenta que es la tercera vez que hace la Tebaida, pero que este año la prueba le parece más dura que las ediciones anteriores, que viene de hacer 2h:20 el año anterior y que este año no cree que haga ni 2h:30. Llegando al pueblo, nos desvían por un a senda descendente en dirección al rio, y una vez allí, y tras rodear la depuradora, nos encontramos con una pedazo de cuesta de unos 400-500 metros para llegar al pueblo. Menos mal que mi amigo Simon me había avisado de esto y había guardado fuerzas . Entramos en el pueblo, paso a un corredor a escasos 100 metros del final y llego a meta con muy buenas sensaciones..
Tramo final de la prueba: Se aprecia pista de hormigón que sube recta y que constituye la subida final al pueblo |
El tiempo final para completar los 21.7 km de la prueba con un desnivel acumulado de 1980 metros (mitad positivo y mitad negativo) es de 2h:28:29" a (8,8 km/hora), llegando a 43 minutos y 18 segundos del ganador Manuel Merillas Moledo con un tiempo de 1h:45:11", quedando en puesto 68 de la general, sobre 238 corredores que tomaron la salida.
Al final metí las piernas en un barreño de agua fría que me vino de miedo para soldar las microroturas musculares, un pequeño masaje y fin de la historia.
Para completar el día comimos en Ponferrada en frente del castillo, con una nutrida representación de los corredores y corredoras del León Corre. Una gente extraordinaria, que disfrutan de este deporte como nadie y que nos hicieron pasar una comida muy agradable.
Sin lugar a dudas, esta es una prueba que espero repetir en futuras ediciones. Desde aquí felicitar a los organizadores, a los voluntarios y las gentes de los 3 pueblos que pasamos en la prueba, por volcarse con los corredores.
Enhorabuena Rubén esta hecho un autentici montañero, que ademas lleva los colores de Benavides por toda la georafía provincial.
ResponderEliminarGracias Talo. Es un orgullo defender la camiseta con los colores del Pendón de Benavides y esperemos seguir dando a conocer el equipo por todos los confines del viejo reino.
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